¡Respeto a todos!
Phoenix vive en estos días una situación que ha levantado ámpula en una gran parte de su comunidad conservadora y costumbrista, que no quiere darse cuenta de lo que hay más allá de lo que sus ojos pueden ver y que se niega a aceptar que ya el mundo es otro.
La aprobación en Phoenix de la ley municipal que prohíbe la discriminación de personas transgénero en la renta de viviendas, en el ingreso a lugares, etc., ha desatado protestas y comentarios adversos porque dicho reglamento también les permitirá a esas personas el ingreso a los baños públicos de hombres y mujeres considerados “normales”. Muchos han puesto el grito en el cielo… ¡Cómo compartir el baño de mujeres con un hombre-mujer y el de varones con una mujer-hombre!
En mi opinión es absurdo que en esta época se haga un escandalo de algo ya tan natural (nos guste o no) pues nadie va a estar preguntando en los baños públicos quién es quién. Es ridículo y ofensivo para todo ser humano.
Esta ley ha venido a crear alarma en una situación que ya existía, que no es nueva y a la que nunca le habíamos puesto atención.
No estamos descubriendo el hilo negro ni nada que no existiera hace siglos; hoy simplemente la apertura mental ha dado paso a muchas verdades que siempre han existido, pero que estaban sometidas a miedos y tabúes, como el caso de la homosexualidad, que fue mantenida en la oscuridad total hasta hace pocos años cuando los homosexuales empezaron a perder el miedo y temor al que dirán. No ha sido fácil entenderlo y aceptarlo porque muchos de nosotros fuimos educados de forma diferente.
Con esto no quiero decir que cierro mi mente y la adaptación de mi pensamiento a lo que está enfrente de mi. Mi lógica y respeto por el ser humano es el mismo, lleve el nombre que lleve y la orientación sexual que prefiera. Y creo en verdad que todos debemos hacer lo mismo.
El hombre es quien impone los reglas del juego, no la naturaleza. Creo en verdad que no hay nada de que preocuparse, y menos basar la educación de nuestros hijos en que no acepten los cambios como una la realidad.
Esta ley de respeto al género ya ha sido aprobada en más de cien ciudades de Estados Unidos. Lo que tenemos que hacer, como padres responsables, es enseñar a nuestros hijos que, sea quien sea, y sea como sea, hay que respetar a todos.