CAMBIAR PARA MEJORAR

By admin December 12, 2012 17:30
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 By: Mirna Pineda

Al presentarse una situación donde se alteran las emociones, se realizan interpretaciones individuales a partir de la forma en que se perciben los hechos. Esa es la razón por la cual en un hogar donde hay 4 ó 5 hijos, aunque sean físicamente parecidos, dan la impresión de haber sido criados por diferentes padres. Emocionalmente son diferentes, y cada hecho  lo interpretan de distinta manera. Digamos que hay  varios niños en la familia y en esa casa se vive una situación de violencia doméstica, donde hay insultos verbales y abuso físico. El hecho es el mismo, sin embargo cada hijo lo percibe de diferente manera y toma decisiones a partir de ello. Si uno o varios de los niños tienen temperamentos coléricos, es decir dominantes y controladores, es posible que quieran enfrentarse al victimario. Si no lo hacen, guardan resentimiento por lo que vieron y tienen ideas como: “Nunca voy a dejar que me hagan eso a mí, cuando yo crezca me voy a vengar” “¿porqué se deja, porqué se aguanta?” “mi papá es un tal por cual, entonces todos los hombres son unos tales por cuales”. Otro hijo,  con temperamento melancólico y  comportamiento apoyador, se asusta y puede pensar: “Será que hice algo malo, y es culpa mía, tengo que ver que hago para poder resolver la situación”. A partir del mismo estímulo se toman diferentes decisiones. Los padres se gritan e insultan, pero cada hijo percibe distinto. La niña, que es agresiva, no se va a dejar de los hombres, y otra que es pasiva, -porque tiene miedo- va a buscar la manera de ganarse el afecto y de solucionar el problema del que se siente culpable. La realidad es una, la interpretación del hecho es otra. Entonces ¿qué es mas importante, el hecho real o la interpretación? ¿podemos cambiar los hechos? No ¿Nosotros tenemos la habilidad de cambiar la interpretación de los hechos? ¡claro! Nosotros podemos interpretar las cosas como  nos de la gana. María vivió una situación de violencia. Su papá era un hombre extremadamente agresivo -creció en un ambiente de violencia verbal y física. Eso fue lo que él aprendió y lo que él dio-. El hecho real es que el padre la trataba a golpes, insultos, comparaciones lastimosas y muchas groserías. María hizo ciertas interpretaciones cuando era niña, que le han dolido y lastimado y la tienen en una relación donde también recibe abuso por parte de su pareja. Como adulto, ella lo puede interpretar diferente. María puede decir que su papá fue un desgraciado, una bestia, o puede decir que su papá fue un hombre que vivió y creció con mucho dolor, resentimiento, y tanta falta de amor que no sabía más que gritar e insultar. Ese hecho no tiene nada que ver con ella. María puede empezar a sembrar una nueva idea en su mente que le ayude a sanar las heridas emocionales: “Yo soy una persona que vale mucho, que se merece lo mejor y simplemente mi papá hizo lo que hizo, porque era lo único que sabía hacer” ¿Cuál de las 2 interpretaciones le va ayudar a María a estar tranquila y en paz? ¿con cual de las 2 interpretaciones se pueden cambiar los hechos reales? Con ninguna. El hecho real es el mismo: los mismos golpes, los mismos insultos, la misma humillación. Eso no cambia; sin embargo dependiendo de la interpretación que se haga, puede cambiar tu presente, y al cambiar tu presente cambias tus resultados. El hecho real no cambia, pero la interpretación puede hacer la diferencia entre ser una persona feliz o  seguir siendo una persona  miserable.  Ahí es donde está el valor. El hecho real es el hecho, lo que ya pasó, según como lo interpretes. Habíamos puesto como ejemplo que vas manejando. Alguien se te atraviesa y casi chocas. El hecho real es que alguien se atravesó, ahora viene la interpretación al  decir: “Éste desagraciado no sabe manejar”. O “Puede ser que esté enfermo, tiene a alguien en el hospital o tiene mas prisa que yo”. ¿El hecho real cambia? No, no cambia, porque es un hecho que se  te atravesó.  La actitud cambia, entonces lo que piensas cambia, lo que sientes cambia y cambian también  los resultados. Que tal si sigo con mi enojo y digo: “¡Este desgraciado!”. Algunas personas aceleran, se adelantan y le echan el carro encima “para que vea lo que se siente”, o les da taquicardia, van recordándole a la progenitora durante todo el camino, y llegan a la oficina o a la casa con todo ese coraje. Cuando se acerca el niño y saluda con gusto,  lo que obtiene como respuesta es “¡Quítate de aquí, que vengo de malas porque un hijo de la tiznada se me atravesó! La interpretación que haces de los hechos determina tus resultados para ser feliz y estar en paz o para vivir amargado, amargándoles la vida a los demás. Reinterpretar el pasado –cuando hay resentimiento-, es de suma importancia para deshacer las marañas que hay en la mente, corazón y alma de las personas. Puedes creer que estás engañándote porque la realidad fue distinta, sin embargo TÚ  creaste esa realidad y tienes la posibilidad de reinterpretarla para perdonar. Darse la oportunidad de cambiar la interpretación a través del perdón y el entendimiento significa la posibilidad de vivir con intensidad, sin las cadenas y ataduras a un pasado doloroso que, de no ser sanado, se hereda a quienes están más cerca de nosotros. Ser feliz es una decisión. Recuerda que no puedes cambiar tu pasado, pero puedes cambiar la forma en  que interpretas ese pasado. Fragmento del libro EL DESAFIO DE CAMBIAR TU VIDA de Mirna Pineda y Clara Arenas www.avanteseminar.com

By admin December 12, 2012 17:30

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